Por Pablo Suarez
La primer etapa del ciclo de Claudio Borghi como técnico de Independiente se cerró el sábado pasado con saldo positivo gracias a la clasificación a una de las copas continentales, aunque con mucho por trabajar aún en cuanto al rendimiento del equipo dentro del campo de juego.
Tras el empate conseguido como local por 1-1 frente a Arsenal, en la última fecha del torneo Clausura, Independiente se clasificó a la Copa Sudamericana.
El gol convertido por Carlos Matheu a los 37 minutos del segundo tiempo sirvió para empatar el partido ante el conjunto de Sarandí que estaba ganando con gol de José Luís Calderón y para meter al "Rojo en una competencia internacional, tras cuatro años de ausencia. La última en la que había participado fue la Copa Libertadores 2004.
Sin embargo, y si bien los resultados vienen acompañando a Borghi, ya que desde su llegada el equipo obtuvo tres victorias y cuatro empates entre los que se encuentran el clásico ante Racing, y el otro ante River, el equipo aún muestra varias imprecisiones y diversos puntos a mejorar.
Si se tiene en cuenta que lo importante es no perder, el “Bichi” está cumpliendo el objetivo, pero en cuanto el juego todavía le falta pulir el estilo que le quiere imprimir al equipo, al mismo tiempo que deberá encontrar los nombres para que puedan llevar a cabo su esquema.
En este aspecto, la primer prueba que deberá pasar será suplir la salida del goleador Germán Denis, ya que el mismo fue transferido al Nápoli de Italia, en donde será compañero de Ezequiel Lavezzi.
Mientras tanto, ya empiezan a sonar nombres como Cristian Fabiani, Alexis Sánchez y Gastón Fernández como posibles refuerzos, a pesar de que el club todavía no haya hecho ningún ofrecimiento.
De todos modos, la clasificación a la Sudamericana le sirve al DT para trabajar con tranquilidad en la pretemporada, en vista a un semestre mejor para el “Rojo”.
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